
El tren de la sabana funciona desde el año 1992 y cada fin de semana transporta entre en sus 14 vagones entre 1.200 y 1.400 personas. Al mes logra un flujo de 5.000 pasajeros aproximadamente. El plan es recorrer toda la sabana hasta llegar a la Catedral de Sal de Zipaquirá, o la mina de Nemocón.
Se ha convertido en uno de los atractivos turísticos más destacados de la sabana, es visitado por capitalinos, viajeros de toda Colombia y turistas. Cuenta con dos estaciones en Bogotá: La Sabana y Usaquén. Fuera de la capital están: La Caro, Cajicá y Zipaquirá.
Dentro del tren los pasajeros pueden acceder a un restaurante que está ubicado en uno de los vagones y disfrutar de la comida típica colombiana. Es un plan ideal que nos hace revivir el patrimonio cultural y transportarnos a lugares tranquilos en la sabana de Bogotá.